Historia de los videojuegos

Si eres un veterano en esto de los ordenadores, sabes lo que es un Spectrum ZX, un Amstrad, un Commodore, un MSX… y estuviste enganchado a más de un juego, tipo Tetris, Donkey Kong… no te pierdas este documental. 45 minutas de revival, de historias poco conocidas, de recuerdos de noches delante del ordenador ¡sin internet!

45 minutos imprescindibles. Como dicen en VidaExtra, donde lo he visto, esperemos que haya una segunda parte con, entre otras cosas, la época dorada de los videojuegos en España y los cientos de grandes tí­tulos que aquí­ se desarrollaron.

Otro vídeo interesante: “Fifty people, one question”

Lo he visto hoy en Microsiervos y me ha encantado. Todo. Las imágenes, la míºsica, la pregunta… y las respuestas, aunque mi inglés no me haya permitido entender algunas de ellas :S

La idea del ví­deo es simple, por lo que cuenta el autor, Benjamin Reece: preguntar a la máxima cantidad de personas posible la misma pregunta: “Si pudieras pedir un deseo que se cumpliera antes de acabar el dí­a, ¿cuál serí­a?”

El resultado, a continuación:

Japón. Jueves, 7 agosto 2008

El jet lag es alucinantemente odioso. Somos incapaces de poner un pie en el suelo a las 7 a.m., y, sin embargo, a las 2 de la madrugada estamos de vigilia…Huuum…¿Habrá serenos en Japón?

Templo Senso-ji. Barrio de Asakusa.

Tras un laberinto de calles comerciales donde intentan venderte objetos de todo tipo: palillos, gorras, kimonos, muñequitas japonesas, gatos de la suerte (eh! ¿no eran chinos estos gatos?), llegamos al primer Templo Japonés que ven nuestros ojos, el más importante de Tokyo: Senso-ji Temple.

La religión mayoritaria en Japón es el Sintoí­smo, y no el Budismo como solemos pensar la mayorí­a de occidentales (aunque hemos visto bastantes templos dedicados a Buda). Un japonés a lo largo de su vida puede acabar mezclando rituales, dioses y costumbres de varios credos, todos guardan en la historia (en mi opinión) un eje comíºn: la consecución de un crecimiento interior que en las religiones occidentales resulta dí­ficil encontrar.

Me gusta esa posibilidad, ir cogiendo de cada religión aquello en lo que creo, y descartar lo que no me hace bien, lo que me coarta, hasta formar mi propia religión, la que mi cuerpo y mente necesitan para crecer y alcanzar la felicidad, el nirvana, o el quinto elemento si es lo que uno desea.

Antes de entrar, conocemos varios rituales, más fijándonos en la gente que leyendo vanales guí­as. En casi todos los templos japoneses existen dos rituales fundamentales antes de entrar.

A la entrada del templo hay una gran vasija, que me recordaba a la marmita de Obelix, en la cual hay cientos de barras de incienso encendidas. El ritual manda que debes dejar que su humo te envuelva la cara. ¿Para qué? No lo sabemos exactamente, buscando por la red he llegado a leer varios motivos, generalmente asociados a la buena suerte, ¡hasta he leí­do que debes dejar que el humo te de en la cara para ser más guapo.! Investigando, resulta que existe una ceremonia del incienso, menos conocida que la famosa ceremonia del té.

También en todos los templos, existe una fuente de la que brotan generalmente varios chorros de agua, con cazos para un ritual encantador. Su costumbre manda que antes de entrar a orar, debes purificar tanto tu cuerpo como tu alma. Para ello, cogen agua en el cazo con la mano derecha y lavan su mano izquierda, cambian el cazo de mano y lavan su mano derecha. Vuelven a cambiar el cazo de mano, vierten un poco de agua en su mano izquierda y se enguajan los dientes (sin llegar a beber), y nuevamente lavan su mano izquierda (con la que han bebido). Ahora ya están listos para saludar a los dioses.

A nosotros nos resultaba un ritual de lo más refrescante, ya que estabamos a 31 grados con un 90% de humedad. Se convirtió en nuestro ritual favorito, y conforme iban pasando los dí­as, empecé a encontrarle el significado que estas gentes le dan. Entonces comencé a hacerlo sin bromas y sin preguntar el por qué. Sencillamente. En una sociedad global en la que dudo mucho que podamos ya purificarnos lo más mí­nimo, un breve gesto como este supone, a la vez, una señal de respeto, y un intento desesperado por aparecer ante los dioses lo más limpio posible.

Si una es capaz de tirarse una hora en el baño acicalándose para una cita, ¿cómo no vas a hacerlo para un Dios? Los japoneses intentan conseguir la pureza de cuerpo y alma en 10 segundos mediante el elemento más puro que conoce el hombre: el agua. Ignoro de que perí­odo data este ritual.

También probamos fortuna al módico precio de 100 yenes. A ver, hay un montón de cajoncitos numerados en carácteres japoneses, y un bote del que tíº sacas uno de esos numeritos, como en la tómbola. Buscas tu cajoncito, lo abres, y…¡tatatachán! “La respuesta a tu futuro en él encontrarás”, como dirí­a el sabio Yoda. ¿qué me tocó? “Regular Fortune”…(podí­a haber sido peor).

De vuelta de las Adjudicaciones

Este tema se merecerí­a ser el volumen 4 de la serie de panderetas, pero ya que parece que los íºltimos años ha mejorado bastante, no lo he incluido en ella.

Así­ ha sido mi dí­a: 5 de la mañana en pie, duchita rápida para despertarme, algo rápido para el estómago, y a las 5.30, coche con un colega para ir a Valencia. Sí­, una vez más, en pleno siglo XXI, tenemos que ir en persona hasta Valencia para hacer algo que podrí­a estar resuelto con la práctica de programación de cualquier alumno de 1º de Informática (o de ciclos formativos…). Todo para estar allí­ jugando al bingo: la gente va por orden subiendo al estrado y va eligiendo la plaza más conveniente de las que quedan libres. La mejora de los íºltimos años ha sido que – ¡oh, maravilla de la tecnologí­a! – al mismo tiempo que la gente elige, se proyecta mediante un videoproyector la lista de las íºltimas elecciones de la gente, con el fin de que no se te pase ni una y puedas tachar en tu cartón particular las plazas que han sido escogidas. Así­ durante un par de horitas. Y todo con el sufrimiento de que, al llegar a tu turno, no quede ninguna plaza cercana. A punto ha estado de ocurrirme esto: estaba un poco por detrás del lí­mite en el que se agotaban las plazas que habí­a que escoger sí­ o sí­. Y las plazas que quedaban estaban bien lejos: en Torrevieja y en ¡Peñí­scola! (aunque esto creo que ha sido un error mí­o y no lo tení­a tachado… me ha hecho pasar un mal rato :D ).

Al final, más o menos buen resultado, de los primeros para elegir plaza en Septiembre, en la provincia de Alicante. Con un poco de suerte, no me toca otra vez a 100km de casa.

Dos horitas más de vuelta a casa, a comer y a intentar dormir, hasta ahora.

Fin de las Oposiciones 2008. Hasta el año que viene.

Pandereta vol. 3: La lotería de las Oposiciones

Este ha sido el tercer año que me he presentado a las oposiciones para ser profesor de secundaria. Ha sido el año que más he estudiado, y el año que menos nota he sacado. El primer año, prácticamente sin estudiar (sólo unos dí­as antes), casi apruebo si no llega a ser porque no me esperaba llegar tan lejos y en la íºltima prueba, la defensa de la programación didáctica, no sabí­a ni lo que era una unidad de trabajo.

El caso es que al año siguiente lo volví­ a intentar, ya estudié un poco más y otra vez me quedé a las puertas. Saqué buena nota, pero en la parte de méritos no llevaba los 4 puntos que dan por cursos (cursos que se hacen yendo a un sindicato, pagando lo que cuesten y poco más…) Cuánto tiempo me lamentaré por no llevar esos 4 puntos que llevaba todo el mundo…

Así­ que este año, el tercero, ante la escasez de plazas disponibles, me propuse estudiar más y, por supuesto, ir con los 4 puntos de cursos. Y como ya sabréis, he vuelto a suspender. Por primera vez no he llegado al 5. Para mi, la mayor de las sorpresas. Ningíºn otro año habí­a salido tan contento con los exámenes. El tema de “teorí­a” creí­a que lo tení­a, si no clavado, sí­ bastante bien. El práctico, en la media, por lo que comentábamos en los pasillos. Y la defensa de la programación, bastante bien.

Este año me he dado cuenta de lo que digo en el tí­tulo del post: las oposiciones son una loterí­a, creas lo que creas, nunca sabes qué nota vas a tener. Vamos a ver una cuantas cosas curiosas:

– en Alicante habí­a 3 tribunales de Informática: si no recuerdo mal, en uno aprueban 22, en otro 15, y en otro 10. En cada tribunal habí­a unos 45 opositores. ¿Cómo se entiende que un tribunal apruebe a casi el 50% de los opositores y otro no llegue al 25%? ¿A qué ya sabes en qué tribunal estaba yo? :D

– las máximas notas de mi tribunal eran “muy máximas”: casi un 9.9, un 9.3 y después, un salto a un 8 y algo, y todos los demás de 7 para abajo (notas de memoria, no las tengo aquí­ delante ahora mismo). Está claro que los inteligentes son mucho más inteligentes que los demás… Ah, y si te dicen que en las oposiciones favorecen a los interinos, no te lo creas: el de la máxima nota no era interino y ha cogido plaza, claro.

– el rollito del anonimato corrigiendo exámenes… creo que en otras comunidades se hace algo mejor que en la Comunidad Valenciana: aquí­ llegas y pones tu nombre en todos los folios. Al dí­a siguiente vas, abres el sobre con tu nombre, ves tus folios con tu nombre y dices “sí­, es mi examen” y tras esto, ya se encargan ellos de corregirlo…. WTF!?!?! Creo que en otros sitios nunca se pone el nombre en los folios, con el fin de evitar posibles correcciones “malintencionadas” (no digo que ésto se haga en la C. Valenciana, ¿eh? cuidado…)

– ¿Qué pasa si quieres revisar tu examen? Por lo que me han dicho, tienes que presentar un escrito en Conselleria, que reíºne al tribunal a saber cuándo, y entonces deciden si se debe revisar o no. Todo esto sin explicarte las causas de tu nota… aquí­ es donde echo de menos los tests, al menos puedes tener más o menos claro lo que hiciste bien y lo que hiciste mal, y no pensar que a lo mejor ese dí­a, el que te corrigió, no tení­a un buen dí­a y lo habí­a pagado contigo.

Y como estas, una cuantas cosas más… pero bueno, ya han pasado unos cuantos dí­as, ya estoy más relajado, y no es cuestión de darle más vueltas. El año que viene, a jugar otra vez, a ver si la Diosa Fortuna me sonrí­e.

Pandereta vol. 2: la Escuela Oficial de Idiomas

El lunes por la mañana tuve que acompañar a Nereida a la EOI de Alicante, ya que tení­a hora a las 12.00h para matricularse, y aparcar por aquella zona a esa hora es prácticamente misión imposible, por lo que, en caso de urgencia, yo me quedarí­a por allí­ intentando aparcar mientras ella se matriculaba.

El caso es que llegamos con tiempo de sobra, y como no podí­amos aparcar, al final dejamos el coche en el parking de El Corte Inglés. Llegamos allí­ 5 minutos antes de las 12. Primera sorpresa: la entrada de la EOI está a reventar, con toda la gente abanicándose, resoplando, sudando… En efecto, no habí­a ni un solo ventilador (¿aire acondicionado, qué es eso?), no sé qué temperatura habrí­a allí­, pero mi coche, 5 minutos antes, marcaba 30ºC. Si somos generosos y pensamos en 25º, sumándole la cantidad de gente, ya os podéis imaginar lo calentitos que estábamos allí­. Todo humanidad.

La segunda sorpresa que me llevo es cuando nos acercamos a preguntar cuándo nos toca. La conserje (creo) nos da un papelito recortado con un níºmero, con un sello de la EOI. El 250 y pico. Preguntamos por cuál van: el 150 y algo. – Bueno, irá rápido – pienso ingenuo. 15 minutos más tarde aíºn no habí­an llamado al 160 (“llamado” tal cual: a viva voz, uno de los conserjes sale, pide callar a todos, y dice los siguientes níºmeros que tienen que subir a la segunda planta).

Mi mente de friki quehaestado3horasesperandoporuniPhone y untotalde6horasparaapuntarsealINEM se pone a hacer cálculos y a pensar cómo funcionaba el tema. A ver, veamos: a las 12 están llamados los del curso Intermedio, con apellidos entre la A y la L. Y para el curso Intermedio hay 12 grupos, cada uno – por lo que me dijeron – de unos 30 alumnos. 30 por 12, 360 alumnos. Si “aceptamos” que entre la A y la L deberí­an estar la mitad, es decir 180 alumnos, y que a las 13.00h están citados los alumnos con apellidos entre la M y la Z…. a ver, a ver, q los geeks se supone que somos buenos en matemáticas: 180 alumnos entre 60 minutos, 3 alumnos por minuto… y llevamos 15 min y no han pasado ni 10 (que ni siquiera son del nivel Intermedio, apellidos A-L). ¡Viva España! ¡Qué calorcito más bueno que hace, qué buen tiempo!

Lo triste es que parece que esto mismo se repite todos los años. Es triste que en pleno siglo XXI sigamos repartiendo numeritos en un papelito recortado como si estuviéramos en un verbena de pueblo, que tengamos que agolparnos como borricos esperando a que un pobre empleado se deje la voz para llamarnos cada 20 min, que nadie por allí­ (en la dirección de la escuela, me refiero) se haya dado cuenta de que existen los ordenadores y que pueden utilizarse para matricularse (supongo que alguna vez han estado en la UA, por ejemplo), pero más triste todaví­a es que lo mismo se repita año tras año y no hagan nada por arreglarlo. Por lo menos, revisar sus cuentas, a ver si se dan cuenta que 180 entre 60, sale a 3 alumnos por minuto….

Aunque claro, también cabe la posibilidad de que no quieran que nos matriculemos. Estudiar un idioma extranjero, ¿para qué? Es muy difí­cil, matricularse es un sufrimiento, y si vives en España, ¿para qué sirve saber qué dicen los guiris? ¡Qué aprendan español los que vienen de fuera! ¡Viva España! ¡Viva OT!

Hablando de OT, lo he visto esta mañana en las noticias (sí­, sí­, en las noticias)… ¡Ayer fue la final y no la vi! ¡A youtube ya mismo, no me lo puedo perder!

Pandereta vol. I: la cola del INEM

Son las 13.30. Acabo de llegar del INEM. He llegado allí­ a las 9.15. El otro dí­a yo era friki por esperar 3 horas un iPhone. Hoy me paso 4 horas en una cola del paro, pero esta vez no soy friki, soy buen ciudadano: si hay que esperar, se espera, 300 personas más o menos esperando, con 2 funcionarios atendiendo, con un mí­nimo de 5-10 minutos por persona… mmm ¿para qué hacer cálculos? ¡Con el buen tiempo que hace en España! ¡Y lo bien que se come! ¡Y las anécdotas que se pueden ver en la cola, si es como poner la tele y ver “Está pasando” o “Tienes talento”! ¡Viva España! ¡Viva la pandereta!

Por supuesto, esto ha sido al segundo intento. Un novato en estas lides nunca lleva los papeles correctos a un funcionario. Ayer, ya que la dirección de mi DNI no estaba actualizada, no me pudieron dar de alta. Hoy llevo cualquier recibo donde ponga la dirección y mi nombre, y sí­ que vale. Vamos, que segíºn me interese, puedo llevar recibos con diferentes direcciones. A eso lo llamo rigurosidad, seguridad… Ah, por cierto, ayer ya perdí­ hora y media con ese pequeño detalle…

España va bien. Con crisis o sin ella, nos da igual. Tragamos con todo. Voy a ver si está Belén Esteban en el programa de AR, que es lo que realmente me interesa para poder integrarme en la próxima cola a la que tenga que acudir…

Ya tengo el iPhone ;)

Como bien comentó anoche mi chica, ya tengo el iPhone en casa ;)

Ayer me llamaron de ECI para ir a recogerlo si querí­a, ya que hoy se completaba la portabilidad, y de esta forma tenerlo desde primera hora y poder activarlo yo mismo. Creí­a que esto no lo iban a permitir, habí­a leí­do que no iban a dejar a nadie llevarse el iPhone sin ser activado, pero bueno, el caso es que, de una forma u otra, ya lo tengo aquí­. Sólo me queda esperar un rato para poder activarlo…

Cómo no, ayer no me pude contener y tuve que abrirlo. Ya que estaba, ¿por qué no cumplir con una de los rituales básicos de los Mac fans? A continuación, las fotos del unboxing ;)

PD: perdón por la calidad de las fotos, no han salido muy bien… :(

Actualización: Todo ha ido como la seda esta mañana. En menos de 2 minutos estaba todo bien activado y registrado. Mis primeras impresiones: no hay móvil como éste, IMPRESIONANTE, principalmente por lo que Apple sabe hacer de maravilla, que es conseguir una experiencia de usuario inigualable. Hasta mi chica, que ayer tanto exageraba sobre el iPhone :P, lo ha cogido y en 5 min sabí­a manejarlo perfectamente. Su N81 ahí­ está: las aplicaciones, porque yo he instalado alguna… la navegación web pufff, si no eres muy friki o te es muy muy necesaria, es inaguantable… y la experiencia en sí­ de utilizarlo, de moverte por las opciones, encontrar las cosas… bueno, eso ya lo he dicho, incomparable.